FRECUENCIA MURCIA ECONÓMICA Nº84
12/05/2021
Hoy, en
nuestro tiempo de entrevista, Capital Humano, conmemoramos el Día
Mundial de las Enfermeras, con el presidente del Colegio de Enfermería
de la Región de Murcia, Manuel García, un día para celebrar, pero también
para reivindicar. Recogeremos las reivindicaciones de este colectivo, que ha
resultado vital para la lucha contra la pandemia.
Este
miércoles, 12 de mayo, a las 12:00 del mediodía, con motivo del Día
Internacional de la Enfermería, con un minuto de silencio, se ha rendido
homenaje a nuestras enfermeras y enfermeros, que lo han dado todo -y lo siguen
dando- en tiempos de una pandemia que todavía no ha dicho su última palabra. En
la puerta de hospitales, centros de salud, residencias, edificios oficiales,
comercios… en vez de aplausos, silencio… Un silencio atronador, el sonido del
silencio como homenaje a una profesión tan abnegada, que ha escrito páginas
hermosísimas en medio de una crisis sanitaria sin parangón.
En día
tan señalado, no nos podemos olvidar de la ingente labor de nuestras enfermeras
y enfermeros. En Capital Humano,
nos acompaña el presidente del Colegio de Enfermería de la Región de Murcia,
Manuel García, quien nos hace un emotivo balance de estos últimos 14 meses.
Al mismo tiempo, nos expone las reivindicaciones de un colectivo, que sí fue
decisivo en los peores momentos de la pandemia, ahora lo es también, de manera
muy significada, en el periodo de vacunación masiva, que afortunadamente ha
encendido la luz al final del lóbrego túnel del coronavirus.



Bienvenidos
a FRECUENCIA MURCIA ECONÓMICA. Asimismo, como es habitual, contaremos
con un gran equipo de comentaristas para analizar la candente actualidad
regional. Ellos tienen licencia para opinar, y lo hacen con gran precisión. En
esta sesión, imparten su magisterio:
Fernando
Abad,
periodista que ha dirigido diferentes medios de comunicación
Juan
Tomás Frutos,
periodista de RTVE, escritor y profesor de la
UMU
José
Luis Leante,
exdirector de Cáritas en la Región de Murcia
Francisco
Provencio,
empresario y presidente del Foro Ilusionando
“A
MICRÓFONO CERRADO”
LAS
BANDERAS QUE NO ONDEAN
Lo
hemos dicho muchas veces ya a lo largo de estos últimos diez años, que nos unen
en esta sintonía: esta Región será turística o no será. Pero al Turismo, que
renacerá de manera exponencial a partir de este verano, hay que llegar con los
deberes hechos y con las asignaturas aprobadas. Mas seguimos teniendo, entre
otras, pendiente la oprobiosa asignatura del Mar Menor, que nos lastra en
demasía.
De tal
suerte, nos presentamos a Fitur, con ninguna bandera azul en las playas
marmenorenses, y con la Manga siendo un espectro de lo que pudo haber sido y no
fue. Ya me dirán qué carta de presentación es ésta…, se parece en exceso a la
de los últimos años. Evidentemente venimos de un año de cruel pandemia, pero el
covid no es el único virus que afecta a la llamada Joya de la Corona, que
mejora paulatinamente, aunque su salud sigue en peligro.
De esta
guisa, ya se pueden esforzar todo lo que gusten nuestros expedicionarios a la
feria de las vanidades madrileña; con tal rémora, vender nuestra gastronomía,
nuestro patrimonio cultural, nuestros atractivos naturales se convierte en una
misión de alto riesgo. Con el Mar Menor y nuestra Manga en tales condiciones,
la marca turística regional no puede prosperar, diga el político de turno lo
que le diga, que lo dirá. En Fitur volveremos a jugar como nunca (ya verán qué
discursos, qué soflamas), aunque perderemos como casi siempre. Al menos,
perderemos la oportunidad de vender una marca de calidad, definida, concreta y
fiable. Aunque, ¿de qué marca estamos
hablando? Nuestra marca ha cambiado tanto de nombre y de formas en la última
década, que ya no sé si somos típicos o atípicos. ¿Verdad, insigne doctor
Karabatic, de nefasta memoria?
Lo que
sí sé es que el Mar Menor vuelve a quedarse, por quinto año consecutivo, sin
banderas azules. Pese a todo, la Comunidad insiste en que las aguas son aptas
para el baño, y no lo pongo en duda; sin embargo, no se cumplen todos los
parámetros que exigen las azules enseñas. No obstante, con 26 playas y seis
puertos deportivos, la Región mantiene el mismo número de distinciones que en
2020. Para algunos revalidarlas constituye de suyo un éxito incontestable. Aun
así, hay quien contesta...
Águilas lidera el ránking con once banderas
azules y le sigue Mazarrón, con diez distintivos. Cartagena renueva las siete banderas del municipio, San
Pedro del Pinatar mantiene banderas
en la playa de El Mojón y en el puerto Marina de las Salinas; a su vez, Lorca
luce una bandera azul en la cala de Calnegre y San Javier conserva otra en La
Ensenada del Esparto. Y ese es todo nuestro bagaje para vender nuestro
sol y nuestras playas. Y no olvidemos que, sin el injustamente denostado
turismo de sol y playa, el porvenir del sector se tornaría muy negro. Gracias a
Dios, somos acaudalados en sol, mas (parafraseando a Valle Inclán) qué sería de
esta Región nublada...
Estos
célebres estandartes, de los que tan prolija es España (indiscutible líder
europeo con 616 banderas), subrayan en azul la excelencia del agua de baño, el
cumplimiento de la normativa medioambiental y la seguridad de los usuarios. En
consecuencia, pregúntense por qué el Mar Menor carece de ellas: la respuesta es
muy sencilla, si no las tenemos es porque no las merecemos. No las merecemos…
todavía no.
Es muy
significativo el hecho de que los propios municipios de la comarca no se hayan
atrevido a presentar siquiera la solicitud para que sus playas marmenorenses
optasen a tal distinción; me temo que conocían sobradamente de antemano el
resultado que hubieran obtenido. Treinta y dos banderas podrían parecer un
balance satisfactorio, si no nos fijáramos en las sonoras ausencias, aquellas
banderas que no ondean sino en el recuerdo.