DUODÉCIMA TEMPORADA

En Frecuencia Murcia Económica, el mejor análisis de la actualidad regional. De lunes a jueves: 12 del mediodía, 8 de la tarde y 12 de la noche. Viernes: 12 y 20h Nuevo dial, 98.4 FM frecuenciamurcia.es

viernes, 23 de noviembre de 2018

Día 22-11-2018


A MICRÓFONO CERRADO

 

Reyes de su casa… o del absurdo

Inmersos en una actualidad caleidoscópica, con frecuencia los arbustos arborescentes no nos dejan apreciar el anchuroso bosque de la realidad;  entonces subrepticiamente arcaicos atavismos muestran su inusitado vigor presente (en nuestro intemporal presente), y quedan en evidencia vicios y males, también usos y costumbres, que creíamos del pasado. Y no será por falta de fechas reivindicativas en nuestro calendario, preñado de conmemoraciones internacionales en pro de la bondad universal. Mas, con o sin ellas, no tienen nuestras pandemias remedio.

A través de este micrófono silencioso, me he manifestado muchas veces totalmente anonadado por la sobreabundancia de ‘días mundiales de todo’ que no sirven para nada. Hace muy pocos días, por ejemplo, se celebraban al unísono el Día Mundial del Retrete (o World´s Toilet Day) y el Día Internacional del Hombre; ese 19 noviembre, como siempre sin tarjeta, recibí un ramito de violetas.

No se me malinterprete; no me posiciono en contra de conmemoraciones que reivindican un mundo mejor, pero hay días y días. Que la ONU auspicie una efemérides para hacer llegar el saneamiento a todos los habitantes del planeta, es un fin tan elevado como erradicar el hambre de la faz de la Tierra. Infortunadamente, en pleno siglo XXI, esta aldea global no parece en vías de conseguir ni lo uno ni lo otro.

No obstante, ¿qué se pretende con el del Día del Varón (domado o por domar)?, ¿en qué sentido se contrapone o se complementa con el Día Internacional de la Mujer? En teoría, ambos coinciden en la meta común de la igualdad de sexos. ¿Qué añade, por tanto, la masculina reivindicación? En cualquier caso, a este acontecimiento, como no podía ser menos, se suma también la propia ONU, a la que no le tiembla el pulso a la hora de apoyar, por medio de sus variopintos organismos, todo lo apoyable... Aunque coincidan inodoros y hombres en la misma fecha.


A propósito de la tragicómica coincidencia, váteres y hombres alzando su voz al cielo, es preciso recordar que, en la actualidad, 4500 millones de personas no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos con un mínimo de higiene. De ellos, 892 millones siguen defecando al aire libre. Y con las posaderas al sol todos somos iguales, igual de desgraciados. Pero, a buen seguro, que a los altruistas promotores del Día del Hombre esta coincidencia no les produjo ni el más mínimo trastorno gastrointestinal.

Como tampoco pudieron imaginar, ni en sus más erógenos sueños, que la creatividad regional fuese capaz de añadirle un gracejo singular a la edición de este año. Así, el sábado 17 de noviembre,  a modo de solemnes vísperas de un solemne absurdo, se celebraba en Archena la fiesta de “El Rey de tu casa”. El mismísimo Thomas Oaster, profesor de la Universidad de Missouri-Kansas, progenitor en 1992 de la varonil jornada internacional, se hubiera sentido abrumado.

La fiesta se desarrolló en el entorno del jardín de Villarrías. Hasta allí, al reclamo de catas de vinos, degustación de quesos, actuaciones en directo y otros bailables, acudieron un buen número de personas, de ambos sexos, que no quisieron perderse actos tan reivindicativos. Como antesala del Día Internacional del Hombre, Archena se había convertido, por arte de graciosa magia, en la capital del Día Mundial del Rey de su Casa.

Simultáneamente, coincidiendo con la inauguración del monárquico evento, se iniciaba una manifestación, en la que más de dos centenares de participantes, la mayoría mujeres, mostraban su rechazo ante tal iniciativa. Concluyó  frente al Ayuntamiento, donde se leyó un manifiesto a favor de la igualdad. “Si tú eres el rey, y yo la vasalla, aquí algo falla” y “fuera el machismo de las instituciones” fueron algunos de los gritos más coreados durante la marcha, en la que se lucieron pancartas donde destacaba una frase, que en sí es toda una sentencia: “Ser hombres es una celebración; no serlo es una lucha constante”.  

Como prueba de cargo, sirva este dato estremecedor: A lo largo de 2017, en la Región de Murcia, se presentaron casi ocho mil denuncias por violencia de género, un récord histórico, que esconde otros miles de dramas que no se denuncian. El paro, el miedo a las represalias, la inseguridad jurídica y la vergüenza todavía impiden dar ese paso, tal y como se refleja en la sexta edición del informe de Fundación Adecco ‘Un empleo contra la violencia’. Este documento ve la luz precisamente por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra el 25 de noviembre.

Un nombre comercial y simpático
Como ven, el Día del Hombre y su sucedáneo murciano de los monarcas del hogar se enmarcan dentro de la misma semana, en la que se solemniza también la lucha contra la violencia machista. Una coincidencia para la reflexión, que se añade a otra, igualmente ilustrativa: la conmemoración, el 20 de noviembre, del Día Universal del Niño; tal vez por ello, en la fiesta archenera, se erigieran castillos hinchables para grandes y pequeños.
Los organizadores de 'El rey de tu casa', sostienen que nunca han dicho que el hombre esté por encima de la mujer; y aseguran que, en ningún momento, han incitado al machismo. Y de todo ello, evidentemente, no cabe duda alguna. Aunque el nombrecito de la fiesta se las trae, por “muy comercial y simpático” que les pueda parecer a los promotores. ¿Quién es el putativo padre de tal ocurrencia? Ni se sabe, ni tampoco importa demasiado. Importa más la consecuente marejada política que ha ocasionado.


En este sentido, no deja de ser significativo -y terriblemente cansino- que el concejal de Seguridad de Archena, Antonio José Palazón, advierta que la manifestación “tiene que ver con la izquierda, que se ha radicalizado y no consigue votos”. Sin embargo, no se trata de una cuestión de izquierdas o derechas, sino de sentido común; por mucho que algunos políticos, aprovechando que el festivo Pisuerga pasaba por Archena, se manifestaran contra el acontecimiento mundial de “El Rey de tu casa”. Como lo hicieron el portavoz de Ganar Archena, Ginés Navarro, el líder del PSOE local, Gonzalo Caracena, o el secretario general de Podemos, Óscar Urralburu. Hay que reconocer que se lo habían puesto a ‘huevo’, o como eufemísticamente se diga.  

En región tan soleada, aquí -en nuestro aquí más cercano-, parafraseando a Cortázar, a un hombre que vendiera palabras le iría bien… “Palabras para consignas, slogans, membretes y ocurrencias”. Y como ocurrencia, la del ‘Rey de tu Casa’ debería figurar por derecho propio entre nuestras ‘Historias de cronopios y de famas”. Aunque no ha de ser la última, ni la más divertida.


 Publicado por Hipólito Martínez el jueves, 22 de noviembre de 2018 en:| MurciaEconomía.com.


domingo, 11 de noviembre de 2018

Día 9-11-2018 Camachuelos y trompeteros


                 A MICRÓFONO CERRADO
Camachuelos y trompeteros

Viernes, 9 de noviembre de 2018 | Hipólito Martínez

Haberlos haylos; sobrevuelan unos con una algarabía inusitada, mientras otros muchos  hacen oír sus horrísonas bocinas con persistente constancia de acá para acullá. Hay que reconocerlo, entre nosotros, especímenes, tanto de lo uno como de lo otro, abundan en nuestros sinfónicos alrededores. ¿Quién no ha visto por estos cálidos lares algún camachuelo haciendo de las suyas, prometiendo lo que no puede ni pretende cumplir? ¿Quién no ha escuchado las estruendosas cornetas de sus fieles trompeteros, que siempre se sitúan detrás de los palmeros de turno? ¡Qué hubiera sido de nosotros sin ellos? Da pavor, sólo el pensarlo; sin sus bombos y platillos, nuestra existencia carecería de interés; nuestro sentido trágico de la vida no tendría valor, ni siquiera música.





En la Región, a lo largo de décadas, hemos tenido el privilegio de presenciar los juegos malabares de sutiles prestidigitadores (y no tan sutiles), que nos embargaban con sus estentóreas cantinelas, en busca del disputado voto del ciudadano murciano. Este proceso nos ha llevado, en los últimos 23 años, a un predominio de un partido que ha llegado a creerse imbatible, estuviera quien estuviese al frente, fuera elegido digital o analógicamente, tuviera un futuro prometedor o más pasado que presente. Irreductibles en cualquier caso, con gaseosa para todos.
Mas estos efervescentes seres no eran tan raras avis; no olvidemos que antes (ay, los antes que nos preceden) otros gozaron del placer del poder y sus días de gloria. También ellos con tambores y trompetas se creyeron invencibles; y además se sintieron dueños del secreto de una invencibilidad tan supina  que, sin darse cuenta, les conducía al innombrable vicio de devorarse a sí mismos. De tal manera, debatiéndose entre afanes cainitas, han vegetado en el postrer cuarto de siglo, en busca de un destino y un tiempo lastimosamente perdido.
 
Y perder el tiempo, tan caro y querido para todos, parece ser una constante en nuestra historia reciente, un destino fatal que nos arrastra irremediablemente. No quiero sacar a relucir datos estadísticos que una vez más nos sonrojarían, tentación que tengo a menudo cuando empuño este micrófono apagado. En esta ocasión, me limitaré a exponer un botón de muestra, diseñado magistralmente por el ave mítica del paraíso; en efecto, bajo la astuta supervisión del ávido camachuelo trompetero surgió el proyecto de los proyectos: El Gorguel.

Han transcurrido tres lustros, tres, desde su feliz alumbramiento, y seguimos compuestos y sin macropuerto. Más de veinte estudios económicos, ambientales y de mercado, e innumerables trámites y premiosas gestiones no han fructificado en nada. Al menos en nada sólido; tanto es así que la terminal para contenedores de mercancías en El Gorguel parece hoy tan lejana como entonces. Paradójicamente deberíamos haber recibido los primeros barcos ya en 2015, fecha programada por el progenitor de la dársena, el inefable presidente de la Autoridad Portuaria, Adrián Ángel Viudes. Y no sólo no han venido barcos sino que en  2020  tampoco se pondrá la primera piedra, pese a proclamarlo con énfasis su sustituto, Antonio Sevilla.

Ahora, en vista de que las promesas son traicioneras, especialmente dañinas militarmente dispuestas en las hemerotecas, el nuevo presidente del Puerto, Joaquín Segado, se cura en salud y aplaza 'sine die' tan memorable acto; además se impone como fecha límite el año 2020 para que, de una vez por todas, terminen los interminables informes técnicos.  Más de un ingenuo (entre los que felizmente me hallo) se sigue preguntando cuándo la Unión Europea tendrá al fin la dicha de decidir a cerca de un proyecto, que todavía no deja de ser una entelequia.

En la Autoridad Portuaria, se asegura que no han dejado de trabajar ni un solo día, que es una prioridad absoluta. No obstante, en estos cuatro años y medio de ausencia de Viudes, da la sensación de que no se ha avanzado apenas. Máxime si se tiene en cuenta que, según el expresidente (como leímos recientemente en una entrevista publicada en La Verdad), “los estudios más importantes ya estaban hechos”, y que el informe del Instituto de Estudios Económicos “decía que el proyecto era totalmente viable. Sólo nos faltaba el permiso de Bruselas”. El galimatías llega a límites valleinclanescos; únicamente los espejos del Callejón del Gato serían capaces de reflejar lo que queda de este puerto en realidad.

El propio Viudes, en la citada entrevista, se expresa con una rotundidad meridiana: “Adrián, no te canses. No hay Gorguel. No se hará. Tenemos noticias de que ha sido una de las condiciones que Esteban González Pons le ha puesto a Ramón Luis para ser eurodiputado. Y le han dicho que se tiene que olvidar del Gorguel si quiere ir a Bruselas, porque de lo contrario, al puerto de Valencia lo hacemos bicarbonato”. Era una persona muy cercana a Viudes quien le hacía esta delicadísima confidencia. Y, por si al buen entendedor le faltara alguna palabra más, el antiguo presidente portuario sentencia que “El Gorguel está muerto (…) Que no nos cuenten milongas”.

Sorprendentemente, durante estos años, se han seguido elaborando enrevesados y costosos informes. E incluso a finales de agosto, el Ejecutivo regional volvía a anunciar que se pediría al Gobierno de España la declaración de “interés público”, una gestión que languidecía solitaria y cubierta de polvo en el ángulo más oscuro de un insondable cajón, desde hacía un quinquenio.

Proyecto estratégico
Se pretende así conseguir un pronunciamiento sobre la consideración del Gorguel como proyecto estratégico para el país, desde el punto de vista socioeconómico; un planteamiento que no es nada nuevo bajo el murciano sol. Porque el Gobierno de Valcárcel ya había aprobado la declaración de El Gorguel como proyecto de interés regional en 2013, y había manifestado su intención de reclamar al de España su calificación de interés público nacional.

Sin embargo, parece que ese paso no se ha dado con la contundencia debida hasta este último verano. Y lo que haya de suceder, de ahora en adelante, constituye todo un enigma dentro de un laberinto, preñado de minotauros y otras especies en peligro de extinción. A ciencia cierta, del destino del Gorguel, al socrático modo, sólo se sabe que no se sabe nada.

En consecuencia, los 3.000 puestos de trabajo directo que se crearían con su construcción están más en el aire que nunca; tan en el aire como esos otros 30 mil inducidos, que no han de inducirse. Simultáneamente los 4 millones de contenedores, que podrían llegar a moverse al año en el macropuerto, siguen parados. Tan parados como esos más de 116 mil epatados murcianos (104.374, según el SEPE), que continúan deslumbrados por megaproyectos que no acaban de concretarse sino en trompeteras declaraciones, que los camachuelos se llevan alegremente entre sus plumas.

 Publicado en