Inmersos en una actualidad caleidoscópica, con frecuencia los arbustos
arborescentes no nos dejan apreciar el anchuroso bosque de la realidad;
entonces subrepticiamente arcaicos atavismos muestran su inusitado vigor
presente (en nuestro intemporal presente), y quedan en evidencia vicios y
males, también usos y costumbres, que creíamos del pasado. Y no será por falta
de fechas reivindicativas en nuestro calendario, preñado de conmemoraciones
internacionales en pro de la bondad universal. Mas, con o sin ellas, no tienen
nuestras pandemias remedio.
A través de este micrófono silencioso, me he manifestado muchas veces
totalmente anonadado por la sobreabundancia de ‘días mundiales de todo’ que no
sirven para nada. Hace muy pocos días, por ejemplo, se celebraban al unísono el
Día Mundial del Retrete (o World´s Toilet Day) y el Día Internacional del
Hombre; ese 19 noviembre, como siempre sin tarjeta, recibí un ramito de
violetas.
No se me malinterprete; no me posiciono en contra de conmemoraciones
que reivindican un mundo mejor, pero hay días y días. Que la ONU auspicie una
efemérides para hacer llegar el saneamiento a todos los habitantes del planeta,
es un fin tan elevado como erradicar el hambre de la faz de la Tierra.
Infortunadamente, en pleno siglo XXI, esta aldea global no parece en vías de
conseguir ni lo uno ni lo otro.
No obstante, ¿qué se pretende con el del Día del Varón (domado o por
domar)?, ¿en qué sentido se contrapone o se complementa con el Día
Internacional de la Mujer? En teoría, ambos coinciden en la meta común de la
igualdad de sexos. ¿Qué añade, por tanto, la masculina reivindicación? En
cualquier caso, a este acontecimiento, como no podía ser menos, se suma también
la propia ONU, a la que no le tiembla el pulso a la hora de apoyar, por medio
de sus variopintos organismos, todo lo apoyable... Aunque coincidan inodoros y
hombres en la misma fecha.
A propósito de la tragicómica coincidencia, váteres y hombres alzando su voz al cielo, es preciso recordar que, en la actualidad, 4500 millones de personas no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos con un mínimo de higiene. De ellos, 892 millones siguen defecando al aire libre. Y con las posaderas al sol todos somos iguales, igual de desgraciados. Pero, a buen seguro, que a los altruistas promotores del Día del Hombre esta coincidencia no les produjo ni el más mínimo trastorno gastrointestinal.
Como tampoco pudieron imaginar, ni en sus más erógenos sueños, que la
creatividad regional fuese capaz de añadirle un gracejo singular a la edición
de este año. Así, el sábado 17 de noviembre, a modo de solemnes vísperas
de un solemne absurdo, se celebraba en Archena la fiesta de “El Rey de tu
casa”. El mismísimo Thomas Oaster, profesor de la Universidad de
Missouri-Kansas, progenitor en 1992 de la varonil jornada internacional, se
hubiera sentido abrumado.
La fiesta se desarrolló en el entorno del jardín de Villarrías. Hasta allí,
al reclamo de catas de vinos, degustación de quesos, actuaciones en directo y
otros bailables, acudieron un buen número de personas, de ambos sexos, que no
quisieron perderse actos tan reivindicativos. Como antesala del Día
Internacional del Hombre, Archena se había convertido, por arte de graciosa
magia, en la capital del Día Mundial del Rey de su Casa.
Simultáneamente, coincidiendo con la inauguración del monárquico
evento, se iniciaba una manifestación, en la que más de dos centenares de
participantes, la mayoría mujeres, mostraban su rechazo ante tal iniciativa.
Concluyó frente al Ayuntamiento, donde se leyó un manifiesto a favor de
la igualdad. “Si tú eres el rey, y yo la vasalla, aquí algo falla” y “fuera el
machismo de las instituciones” fueron algunos de los gritos más coreados
durante la marcha, en la que se lucieron pancartas donde destacaba una frase,
que en sí es toda una sentencia: “Ser hombres es una celebración; no serlo es
una lucha constante”.
Como prueba de cargo, sirva este dato estremecedor: A lo largo de 2017, en la Región de Murcia, se presentaron casi ocho mil denuncias por violencia de género, un récord histórico, que esconde otros miles de dramas que no se denuncian. El paro, el miedo a las represalias, la inseguridad jurídica y la vergüenza todavía impiden dar ese paso, tal y como se refleja en la sexta edición del informe de Fundación Adecco ‘Un empleo contra la violencia’. Este documento ve la luz precisamente por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra el 25 de noviembre.
Un nombre comercial y simpático
Como ven, el Día del Hombre y su sucedáneo murciano de los monarcas del
hogar se enmarcan dentro de la misma semana, en la que se solemniza también la
lucha contra la violencia machista. Una coincidencia para la reflexión, que se
añade a otra, igualmente ilustrativa: la conmemoración, el 20 de noviembre, del
Día Universal del Niño; tal vez por ello, en la fiesta archenera, se erigieran
castillos hinchables para grandes y pequeños.
Los organizadores de 'El rey de tu casa', sostienen que nunca han dicho
que el hombre esté por encima de la mujer; y aseguran que, en ningún momento,
han incitado al machismo. Y de todo ello, evidentemente, no cabe duda alguna.
Aunque el nombrecito de la fiesta se las trae, por “muy comercial y simpático”
que les pueda parecer a los promotores. ¿Quién es el putativo padre de tal
ocurrencia? Ni se sabe, ni tampoco importa demasiado. Importa más la
consecuente marejada política que ha ocasionado.
En este sentido, no deja de ser significativo -y terriblemente cansino-
que el concejal de Seguridad de Archena, Antonio José Palazón, advierta
que la manifestación “tiene que ver con la izquierda, que se ha radicalizado y
no consigue votos”. Sin embargo, no se trata de una cuestión de izquierdas o
derechas, sino de sentido común; por mucho que algunos políticos, aprovechando
que el festivo Pisuerga pasaba por Archena, se manifestaran contra el
acontecimiento mundial de “El Rey de tu casa”. Como lo hicieron el portavoz de
Ganar Archena, Ginés Navarro, el líder del PSOE local, Gonzalo
Caracena, o el secretario general de Podemos, Óscar Urralburu. Hay
que reconocer que se lo habían puesto a ‘huevo’, o como eufemísticamente se
diga.
En región tan soleada, aquí -en nuestro aquí más cercano-,
parafraseando a Cortázar, a un hombre que vendiera palabras le iría bien…
“Palabras para consignas, slogans, membretes y ocurrencias”. Y como ocurrencia,
la del ‘Rey de tu Casa’ debería figurar por derecho propio entre nuestras
‘Historias de cronopios y de famas”. Aunque no ha de ser la última, ni la más
divertida.
Publicado por Hipólito Martínez el jueves, 22 de noviembre de 2018
en:| 
