DECIMOCUARTA TEMPORADA

En Frecuencia Murcia Económica, el mejor análisis de la actualidad regional. De lunes a jueves: 12 del mediodía, 8 de la tarde y 12 de la noche. Viernes: 12 y 20h 98.4 FM frecuenciamurcia.es

sábado, 22 de diciembre de 2018

Día 23-12-2018






 Deseo de todo corazón que la Radio
 nos vuelva a unir en este año nuevo,
 tanto como nos hermanó en el pasado...
 
 Feliz Navidad y Feliz Radio 2019

jueves, 13 de diciembre de 2018

Día 12-12-2018

A MICRÓFONO CERRADO

Murcia 2 – Alicante 15
 No es una descomunal goleada de otra época, pero sí que es una goleada escandalosa. Y un sonoro fracaso que, noviembre tras noviembre, descubre en el corazón de una de las mayores fortalezas regionales, de la que tanto se alardea, una de nuestras más flagrantes flaquezas. Me refiero al dudoso éxito murciano en la Guía Michelin, y al tan traído y llevado impacto turístico de nuestra gastronomía que, a buen seguro, un año más se llevará de exhibición a Fitur y otros eventos. Al igual que en anteriores presencias, no habrán de faltar discursos y alocuciones donde se venderá lo inefable de nuestros fogones: “la gastronomía de los 1001 sabores” se proclamaba enfáticamente en la edición del 2018 de la madrileña Feria Internacional de Turismo.  Aunque no sé realmente de qué se presumía, si nuestra cocina en la guía roja de todas las guías apenas si relucía -como hoy- con dos solitarias estrellas errantes, que surcan el firmamento de la mano del mismo y genial cocinero.

'Región de Murcia. Legado Vivo' era el lema elegido para Fitur 2018, con la pretensión de  definir nuestras fortalezas, que teóricamente se articulan en la diversidad y riqueza en cinco grandes productos  ('Región de Murcia Sacra', 'Capitales Culturales', 'Destinos con Relato Cultural', 'La Gastronomía de los 1.001 Sabores' y 'Festivales y Tradiciones'). En enero, desconozco si repetiremos eslogan y productos; pero lo que sí se mantendrá invariable serán las dos únicas estrellas, por mucho que gocemos de una gastronomía de más de mil sabores.
Pablo González-Conejero ostenta
las dos únicas estrellas Michelin de la Región

 Ni que decir tiene que soy un devoto de la cocina murciana y de nuestros chefs; mas mi fe no me impide ver el muro con el que topamos, año a año. Con sólo mirar a nuestro lado, comprobaremos la gélida soledad del corredor de fondo, que experimentan muchos de nuestros jóvenes valores -y no tan jóvenes- cuando se enfrentan ante el espejo de la Michelin en busca de reconocimiento. De esta guisa, si sopesamos lo que ocurre en la vecina Alicante, a la que tanto se recurre a veces con envidia, otras con enojo (aeropuerto, ave, plazas hoteleras, número de turistas…), la confirmación de nuestros peores augurios se concreta en este marcador: Región de Murcia, dos estrellas (las del admirado Pablo González-Conejero); provincia de Alicante, quince.

Así de rotundo, así de inapelable es el veredicto de Michelin. Si la comparación se hace a nivel nacional, tampoco salimos nada bien parados: más de doscientos establecimientos en España están estrellados; en Murcia, uno. El resto, como ironizaría Max Estrella, el hiperbólico trasunto valleinclanesco que todos llevamos dentro, más que deslumbrar por el brillo de sus astros, abominan de su mala estrella.

Evidentemente no falta talento entre nuestros cocineros sino todo lo contrario, una desbordante creatividad y una exquisita laboriosidad les caracteriza. Con muchos he tenido el placer de conversar largo y tendido en numerosas horas de radio, y a menudo -de una manera velada o no tan velada- bastantes de ellos se quejaban de la apuesta que ha hecho nuestra Administración Regional por la cultura culinaria de nuestra tierra. En cualquier caso, pese a sus ímprobos esfuerzos, resulta demoledor que nuestros mayores exponentes no logren hacerse un hueco en la élite. Y no hay que olvidar que el turismo gastronómico tiene un barómetro de referencia inexcusable, depende directamente de esa veleidosa guía encarnada.

Podríamos hablar de infausta suerte; pero las estrellas no se sortean, se ganan. Que en Alicante se pueda programar un recorrido gastronómico, preñado de astros, casi de norte a sur, contrasta violentamente con lo que sería una ruta semejante en la Región, que se circunscribiría a empezar y acabar en la misma ‘Cabaña’. Dolorosamente significativo. Una disimilitud tan patente debe hacernos recapacitar; algo falla en el reino de nuestros fogones. Por mucho que luego nos deslumbren otros soles, la ausencia de estrellas apaga nuestro cielo gastronómico-turístico. Porque se cuentan por millones, los fieles de esa guía, que hacen de la cocina su excusa favorita para viajar; muchos de ellos son extranjeros de alto poder adquisitivo, que buscan el aliciente de la gastronomía con estrellas. Evidentemente, Murcia no ha de figurar en su agenda, a excepción hecha de la obligada escala en El Palmar.
 


La cocina y los nuevos perfiles de viajeros
Comenta el director general del Instituto de Turismo, Manuel Fernández-Delgado, que el mayor impulso de la actividad turística depende de dos variables claves: la estancia media y el gasto; por tanto, habría que propender a un crecimiento en 'calidad' más que en 'cantidad'. Y no le falta razón. En este sentido, la alta cocina garantiza una considerable elevación en los niveles de esa calidad tan ansiada.

En efecto, si se consolidaran ambas variables al alza, significaría un mucho mayor impacto económico, que se conseguiría gracias a esos anhelados “nuevos perfiles de viajeros”. Sería imprudente, sin embargo, vanagloriarse de estar ya en el buen camino, aunque haya datos aleccionadores como el del gasto del turismo internacional (920,5 millones de euros, en los nueve primeros meses de 2018), un 12,9% más que en el mismo intervalo del año precedente. Este aumento en el gasto supera en más de 10 puntos al del conjunto nacional, y es el mejor registro en nuestra serie histórica.

Semejante referencia puede nublarnos la vista, pero no es ni para preguntarse por quién doblan las turísticas campanas, ni siquiera para que repiquen en demasía; porque seguimos estando proporcionalmente muy lejos de los 71.773 millones de euros que se contabilizan a nivel nacional. Para acortar distancias y proseguir por esa senda de crecimiento, es preciso perseverar en una estrategia turística que apunte hacia la excelencia, donde la gastronomía debería ocupar por derecho propio un lugar relevante.


 Aun así, sin apenas estrellas, según el INE, la Región de Murcia registró de enero a septiembre la llegada de 775.250 turistas extranjeros, un 1,2% más que en los primeros nueve meses de 2017. Puede parecer una mejora significativa, pero sigue suponiendo una cantidad muy escasa en comparación con los más de 66 millones que hemos recibido en el país durante este periodo.

En total, sumando foráneos y nacionales, alcanzar los seis millones de turistas y superar los 45 millones de pernoctaciones constituye la doble meta que la Consejería de Turismo se ha impuesto para el año próximo. A este respecto, nuestra cocina lo tiene todo para ser una inversión segura; aunque no debería ceñirse exclusivamente a pomposos eslóganes, su promoción implica una apuesta global por la excelencia.

La recompensa a tamaño esfuerzo sería de incalculable valor; si se lograra el reconocimiento que la gastronomía regional merece, los frutos vendrían por sí solos. ¿Acaso no somos la tierra de los 1001 sabores? Por el nivel de nuestros fogones, sin duda alguna.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Día 22-11-2018


A MICRÓFONO CERRADO

 

Reyes de su casa… o del absurdo

Inmersos en una actualidad caleidoscópica, con frecuencia los arbustos arborescentes no nos dejan apreciar el anchuroso bosque de la realidad;  entonces subrepticiamente arcaicos atavismos muestran su inusitado vigor presente (en nuestro intemporal presente), y quedan en evidencia vicios y males, también usos y costumbres, que creíamos del pasado. Y no será por falta de fechas reivindicativas en nuestro calendario, preñado de conmemoraciones internacionales en pro de la bondad universal. Mas, con o sin ellas, no tienen nuestras pandemias remedio.

A través de este micrófono silencioso, me he manifestado muchas veces totalmente anonadado por la sobreabundancia de ‘días mundiales de todo’ que no sirven para nada. Hace muy pocos días, por ejemplo, se celebraban al unísono el Día Mundial del Retrete (o World´s Toilet Day) y el Día Internacional del Hombre; ese 19 noviembre, como siempre sin tarjeta, recibí un ramito de violetas.

No se me malinterprete; no me posiciono en contra de conmemoraciones que reivindican un mundo mejor, pero hay días y días. Que la ONU auspicie una efemérides para hacer llegar el saneamiento a todos los habitantes del planeta, es un fin tan elevado como erradicar el hambre de la faz de la Tierra. Infortunadamente, en pleno siglo XXI, esta aldea global no parece en vías de conseguir ni lo uno ni lo otro.

No obstante, ¿qué se pretende con el del Día del Varón (domado o por domar)?, ¿en qué sentido se contrapone o se complementa con el Día Internacional de la Mujer? En teoría, ambos coinciden en la meta común de la igualdad de sexos. ¿Qué añade, por tanto, la masculina reivindicación? En cualquier caso, a este acontecimiento, como no podía ser menos, se suma también la propia ONU, a la que no le tiembla el pulso a la hora de apoyar, por medio de sus variopintos organismos, todo lo apoyable... Aunque coincidan inodoros y hombres en la misma fecha.


A propósito de la tragicómica coincidencia, váteres y hombres alzando su voz al cielo, es preciso recordar que, en la actualidad, 4500 millones de personas no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos con un mínimo de higiene. De ellos, 892 millones siguen defecando al aire libre. Y con las posaderas al sol todos somos iguales, igual de desgraciados. Pero, a buen seguro, que a los altruistas promotores del Día del Hombre esta coincidencia no les produjo ni el más mínimo trastorno gastrointestinal.

Como tampoco pudieron imaginar, ni en sus más erógenos sueños, que la creatividad regional fuese capaz de añadirle un gracejo singular a la edición de este año. Así, el sábado 17 de noviembre,  a modo de solemnes vísperas de un solemne absurdo, se celebraba en Archena la fiesta de “El Rey de tu casa”. El mismísimo Thomas Oaster, profesor de la Universidad de Missouri-Kansas, progenitor en 1992 de la varonil jornada internacional, se hubiera sentido abrumado.

La fiesta se desarrolló en el entorno del jardín de Villarrías. Hasta allí, al reclamo de catas de vinos, degustación de quesos, actuaciones en directo y otros bailables, acudieron un buen número de personas, de ambos sexos, que no quisieron perderse actos tan reivindicativos. Como antesala del Día Internacional del Hombre, Archena se había convertido, por arte de graciosa magia, en la capital del Día Mundial del Rey de su Casa.

Simultáneamente, coincidiendo con la inauguración del monárquico evento, se iniciaba una manifestación, en la que más de dos centenares de participantes, la mayoría mujeres, mostraban su rechazo ante tal iniciativa. Concluyó  frente al Ayuntamiento, donde se leyó un manifiesto a favor de la igualdad. “Si tú eres el rey, y yo la vasalla, aquí algo falla” y “fuera el machismo de las instituciones” fueron algunos de los gritos más coreados durante la marcha, en la que se lucieron pancartas donde destacaba una frase, que en sí es toda una sentencia: “Ser hombres es una celebración; no serlo es una lucha constante”.  

Como prueba de cargo, sirva este dato estremecedor: A lo largo de 2017, en la Región de Murcia, se presentaron casi ocho mil denuncias por violencia de género, un récord histórico, que esconde otros miles de dramas que no se denuncian. El paro, el miedo a las represalias, la inseguridad jurídica y la vergüenza todavía impiden dar ese paso, tal y como se refleja en la sexta edición del informe de Fundación Adecco ‘Un empleo contra la violencia’. Este documento ve la luz precisamente por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra el 25 de noviembre.

Un nombre comercial y simpático
Como ven, el Día del Hombre y su sucedáneo murciano de los monarcas del hogar se enmarcan dentro de la misma semana, en la que se solemniza también la lucha contra la violencia machista. Una coincidencia para la reflexión, que se añade a otra, igualmente ilustrativa: la conmemoración, el 20 de noviembre, del Día Universal del Niño; tal vez por ello, en la fiesta archenera, se erigieran castillos hinchables para grandes y pequeños.
Los organizadores de 'El rey de tu casa', sostienen que nunca han dicho que el hombre esté por encima de la mujer; y aseguran que, en ningún momento, han incitado al machismo. Y de todo ello, evidentemente, no cabe duda alguna. Aunque el nombrecito de la fiesta se las trae, por “muy comercial y simpático” que les pueda parecer a los promotores. ¿Quién es el putativo padre de tal ocurrencia? Ni se sabe, ni tampoco importa demasiado. Importa más la consecuente marejada política que ha ocasionado.


En este sentido, no deja de ser significativo -y terriblemente cansino- que el concejal de Seguridad de Archena, Antonio José Palazón, advierta que la manifestación “tiene que ver con la izquierda, que se ha radicalizado y no consigue votos”. Sin embargo, no se trata de una cuestión de izquierdas o derechas, sino de sentido común; por mucho que algunos políticos, aprovechando que el festivo Pisuerga pasaba por Archena, se manifestaran contra el acontecimiento mundial de “El Rey de tu casa”. Como lo hicieron el portavoz de Ganar Archena, Ginés Navarro, el líder del PSOE local, Gonzalo Caracena, o el secretario general de Podemos, Óscar Urralburu. Hay que reconocer que se lo habían puesto a ‘huevo’, o como eufemísticamente se diga.  

En región tan soleada, aquí -en nuestro aquí más cercano-, parafraseando a Cortázar, a un hombre que vendiera palabras le iría bien… “Palabras para consignas, slogans, membretes y ocurrencias”. Y como ocurrencia, la del ‘Rey de tu Casa’ debería figurar por derecho propio entre nuestras ‘Historias de cronopios y de famas”. Aunque no ha de ser la última, ni la más divertida.


 Publicado por Hipólito Martínez el jueves, 22 de noviembre de 2018 en:| MurciaEconomía.com.